¡A Cenar!

Cada tarde en Estados Unidos, cuando mi madre regresaba del trabajo a las seis o las siete, le molestaba y le preguntaba, “¿A que hora cenamos?” porque tenía mucha hambre de un día de escuela secundaria y también porque me gustaba la cocina de mi madre. Mucha veces mi madre me decía, “¿aún has comido hoy?” porque no podía entender que tuviera bastante hambre. “Claro!”, le decía, “Pero ya son las siete!”. No me gustaba cenar tarde, y cuando mi madre llegaba, la ayudaba a cocinar y a poner la mesa para que comiéramos más pronto.

Ahora, vivo en España, donde la gente suele no cena hasta nueve o diez. Aunque cuando llegué a España me molestaba mucho esperar hasta nueve para cenar, después de seis semanas me he acostumbrado cenar tarde. ¡Ahora, no me molesta cenar tarde, sino me encanta!

Es mejor cenar tarde por muchas razones. Primero, cenar tarde es como aumentar horas al día. No se tiene que regresar a casa a los cinco o seis. Regresar a casa, y después de la cena marchar a la casa otra vez, es una pena, hace tráfico, y interrumpe el ritmo del día. Sin embargo en España, se puede seguir pasar el día como se quiera. Por ejemplo, la tarde después de las cinco es perfecta para practicar deportes, ir de compras, tomar algo con amigos, o estudiar o trabajar un poco más. El sol está retirando, entonces no hace mucho calor, y la luz está muy bonita.

Después de la siesta y antes de la cena en España, las calles se llevan con la gente. Todo se aprovecha el tiempo y la oportunidad pasear. Es una lástima que la gente entre la casa en los estados unidos cuando el sol queda en el cielo. Es mejor que una persona espere hasta la noche, y se retira a casa cuando el día ha acabado.

Los niños en los Estados Unidos entienden esta idea. Muchas veces en los Estados Unidos cuando hace buen tiempo los niños juegan afuera en la calle y en los columpios cerca de sus casas después del colegio por la tarde. Luego las madres les gritan “¡A cenar!”, pero nunca quieren regresar porque todavía hace sol y todavía pueden jugar.

Cuando vuelvo a los Estados Unidos, voy a decir a mi madre que no me molesta a cenar a las siete ya no, y espero que cenemos tarde todas las noches.

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