La vida en la calle v. La vida en casa

La vida en la calle v. La vida en casa

Si eres español, la escena siguiente es típica: Tú caminas por las calles antiguas de adoquín. Oyes una música ligera y suave. Giras, y ahí, junto a un vendedor de frutos secos y otros dulces irresistibles, un hombre toca suavemente una guitarra clásica. Los amigos se saludan con sonrisas brillantes acompañadas por besos y abrazos cariñosos. Tantas parejas viejas como parejas jóvenes pasean cogidos del brazo, cómodos y felices disfrutando con una tarde juntos. Los niños juegan con toda la libertad que les da la calle. La gente toma pinchos ricos y vasitos de vino tinto. Es la hora de las tapas. Las clases han terminado, los padres han acabado de trabajar y las calles empiezan a florecer con la vida.
Si eres americano, la escena siguiente es típica: Conduces a casa por calles llenas de coches corriendo a casa después de un día largo de trabajo. Oyes una música ruidosa, (¿o es un anuncio?) en la radio. Giras, y miras en el retrovisor para ver si hay otro coche. Hay demasiados. Apagas la radio. Los trabajadores se saludan con gritos, tocando el claxon. Tu pareja estará trabajando aun más tarde que tú esta noche, y cenarás solo. Los niños chillan, intentando jugar en el coche, limitados por sus cinturones de seguridad. Tienes hambre. Ahora mismo te das cuenta de que trabajaste durante la hora de comer. Después de un día apretado, esperas que pases una noche tranquila en casa.
Lo que me sorprenda más de la cultura española es la costumbre que menos notan los españoles. Es la tradición más básica y más cotidiana para ellos: salir por la tarde y por la noche. Los españoles viven en las calles. A menudo, me pregunto por qué no es así en Estados Unidos y creo que nuestra costumbre de irnos directamente a casa por la noche en vez de salir por la calle tiene algo que ver con el “sueño americano.” Siempre hemos deseado ser dueños y dueñas de nuestras residencias y sobre todo, poseer una casa con jardín y quizá una piscina privada o una valla blanca. Con una casa propia con jardín puedes escaparte de las presiones del día, pero ¿es posible que también te separes de la sociedad? Diría también, que la geografía juega un papel importante. Nuestro país es más grande que España. No es que todos nosotros estemos preocupados de poseer ni que deseemos estar solos para desaparecer al final del día, sino que hay muchas residencias en las afueras de las ciudades y hay que conducir una cierta distancia para llegar a casa. En España la mayoría de las casas o pisos están en la ciudad en sí. La distancia en EE.UU. entre la ciudad y el pueblo, es bastante grande. Mucha gente trabaja en la ciudad y luego va a casa para relajarse.
Desafortunadamente, esta distancia se transforma en una distancia entre persona y persona, una distancia entre familiares. Es muy común que una familia no pase mucho tiempo con los niños ni los niños con los padres porque los padres trabajan hasta muy tarde. Esta costumbre que he notado, la tertulia española, su costumbre de salir por la calle, es mucho más importante y integral a la vida social de lo que el resto del mundo supone. No es que sea fiesta, ni evitar trabajo, ni solamente para pasarlo bien, sino una costumbre de relacionarse con la gente que uno más quiere.

Comentarios