El espíritu navideño


Cada año me sorprende cuando viene la Navidad. La música navideña empieza a llenar las tiendas y todas las casas tienen luces de algún tipo en las ventanas casi inmediatamente después del Día de Acción de Gracias. Esto, sin embargo, sólo ocurre en Estados Unidos. En España, por ejemplo, el mes de diciembre casi había terminado cuando empezaron a poner las luces en las calles. En mi opinión, la ciudad todavía no me parece tener mucho espíritu navideño.


Para mí, la Navidad es algo que puedo sentir físicamente y además que puedo ver en las calles. Pero no creo que el espíritu navideño sea algo sencillo de explicar y, obviamente, cambia de persona a persona. Intento expresar como existe este espíritu en mi vida porque son las cosas exteriores las que me ayudan a sentir el espíritu físicamente. Como dije al principio, algo que me afecta mucho es la apariencia de un lugar durante la Navidad. Los adornos navideños definen la Navidad para mí porque, desde que era pequeña, mi madre siempre ha adornado nuestra casa de una manera impresionante. Creo que tenemos, por lo menos, cincuenta cajones de adornos navideños. Nuestra casa experimenta un cambio total durante la Navidad cuando bajamos las tres escaleras con todos los cajones.


También el árbol de Navidad amplía el espíritu navideño para mí. Nuestro árbol siempre tiene dos lados: uno que adorna mi madre y otro que adornamos mi hermano menor y yo. Se dice que es un árbol esquizofrénico. Primero, mi padre lo pone en el marco de la puerta entre su oficina y el salón. Segundo, él pone las luces en el árbol y después mi hermano y yo empezamos a trabajar. Tenemos muchos adornos de nuestra juventud y todos tienen su propia importancia. Hay algunos que tienen nuestros nombres, otros que tienen un año especial en que alguien los nos regaló, y finalmente hay algunos que han
pasado de generación en generación. Es muy ecléctico al final, pero me encanta. El otro lado de mi madre consiste solamente en adornos de plata. Este lado es el que todo el mundo puede ver y es un espectáculo verlo. Finalmente, ponemos el ángel encima del árbol la Nochebuena y está listo para Papa Noel.


Mi madre española me dijo que tengo el espíritu navideño después de que yo decorara el apartamento para la Navidad. Supongo que lo tengo, pero ¿quién sabe de verdad? Mientras escribo esta entrada, estoy escuchando la música navideña de Estados Unidos y voy a comer, por lo menos, un polvorón después de la cena esta noche. En este sentido, estoy uniendo las tradiciones de los dos países y, quizás, creando un espíritu navideño nuevo.

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