Pulpo, pescado y paella

Pienso en la comida casi siempre. Por eso, cuando llegué a España hace un mes, estaba muy emocionada por probar muchos alimentos diferentes y nuevos. Al principio, suponía que la comida española sería más o menos igual a la comida mexicana que había probado en restaurantes en Estados Unidos (fundaba esta idea falsa en la teoría que el mismo idioma significa la misma comida). En realidad, la comida de España es muy distinta de la comida estadounidense (y la comida mexicana, obviamente).
Hay algunos platos en España que me han sorprendido mucho. Por ejemplo, los españoles comen mucho pescado y mariscos. Comemos pescado en Estados Unidos también, pero de maneras diferentes. La primera vez que vi un pez en un plato, sufrí un pequeño ataque de nervios. Pude ver las escamas, los huesos, los ojos, la cabeza, todo. No quería comer un animal que parecía como si hubiera salido del mar hacía dos minutos. Tuve una experiencia similar la primera vez que comí paella. Estaba emocionada por probar este plato típico de España: hasta que vi las gambas. Normalmente me encantan las gambas, pero estas todavía tenían sus cabezas y ojos y antenas largas. Después de estos platos (y algunos purés gruesos de verduras, bocadillos de jamón serrano, pulpo y morcilla) empecé a pensar que iba a morir de hambre en España; “¿Cómo voy a vivir sin mis hamburguesas, macarrones con queso, pavo, crema de cacahuete y todas las comidas americanas?”
Pero como todas las diferencias culturales que he experimentado en España, después de unas semanas, me acostumbraba a la comida española. Hay platos que no me gustan, pero hay otros que me encantan. La comida es una parte integral de la cultura, y es importante probar todo. Echo de menos comer los alimentos conocidos de Estados Unidos, pero en junio voy a regresar con algunas recetas riquísimas de España.

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