La única Coca-Cola del mundo

Era una noche normal, como cualquiera otra. Estaba en casa, mirando una película de horror con mi mejor amigo Juan. Me encantaba la película, pero también estaba muy cansada, ya que había escrito un ensayo todo el día. En la película, una chica huía de una horda de monstruos que querían beber su sangre. Después de diez minútos, ella ya no pude correr más, y... clic. Juan la pausó para coger una Coca-Cola en la cocina, pero no nos quedaron ninguna.
-Pues, bueno- le dije. -Voy al tienda en la esquina para comprar más.
Salí de mi casa y fui a la tienda, pero el cajero me dejo que tampoco tuvo Coca-Cola. Sin embargo, lo que más me extrañó fue lo que dijo después: "Dicen que queda una sola en el mundo."
-¿Sólo uno?- me pensó. -¡Que psicópata! Claro que hay más.
Apenas había salido de la tienda cuando me di cuenta de que no me mentía. Por todas partes, la gente provocaba disturbios, tratando de conseguir una preciosa Coca-Cola. ¡Enfrente de mis ojos, la película de horror se hacía realidad! Un corredor huía de una horda, pero no de monstruos, sino ¡locos que querían su Coca-Cola!
Como cualquier otro joven sediento, la única cosa que me ocurrió fue, "¿Cómo puedo conseguir esa Coca-Cola?" Pensaba en perseguir al corredor, pero no era ningún corredor de maratón; nunca podría alcanzarlo.
-¡Mi vida está arruinada!- me pensé.
Pero al instante algo me golpeó, y abrí mis ojos. Juan se sentó, bebiendo una Coca-Cola.
-¿Dónde la encontraste?- le traté de preguntar, pero las palabras no salieron bien de mi boca. Siendo el amigo maravilloso que es, me dijo que podíamos compartirla.
-El mundo es perfecto otra vez- pensé, dando un sorbo a la botella y mirando el resto de la película.
De repente oí una muralla de ruido detrás de mi. Inmediatamente abrí mis ojos, di la vuelta, y vi una horda persiguiéndome. Echando un vistazo a la botella en mis manos, corrí sin mirar detrás.

Comentarios