La Imperfección Era La Belleza

Santiago y Julia vivían en la misma ciudad pequeña de España, León. Ellos asistían a la misma universidad y tenían clases en el mismo edificio, Filosofía y Letras. Los dos tenían interés en el estudio de Historia del arte y les gustaba pintar, pero jamás tenían tiempo para parar y charlar junto porque justo después sus clases, Julia trabajaba mientras que Santiago iba a las clases de baile. La única diferencia entre los dos eran sus apariencias físicas. Julia era una chica rubia y alta. Tenían los ojos marrones y muy bonitos que en muchas veces podían capturar a los chicos. Pero ellos se escaparon de la belleza de Julia cuando vieron sus pies doblados. La pobrecita no podía cambiar su forma de caminar o correr, pero poco a poco aprendí el hecho de que hay gente sin pies. Por otro lado, Santiago era un hombre hermoso que tenía los ojos verdes. Su estructura corporal y su figura alta y siempre captaba la atención de las chicas, hasta que le vieron su forma de caminar. Los pies de Santiago no estaban doblados hacia adentro, pero estaba doblado hacia afuera. Por eso, él parecía cómo un pingüino, cuando combinaba por la calle. Al pobrecito no podía cambiar la manera en lo que él nació, pero aprendió a apreciar sus pies que permitieron a venir el mejor bailarín de su clase. Un día Santiago fue a la tienda de deportes, el mismo lugar donde trabajaba Julia.

Julia: Hola, ¿cómo puedo ayudarte?

Santiago: Hola, gracias por preguntar. Estoy buscando un zapato cómodo para bailar. ¿Podía dar una sugerencia?

Julia: Vale, pero no estoy segura de los zapatos de baile, pero ya tengo una idea de zapato más cómodo. Tengo uno de ellos también.

Santiago: Bueno, puedo probar los zapatos por favor. Necesito el numero cuarenta.

Julia: Perfecto, espera un momento por favor. Voy a cogerlo ahora para ti.

Julia cogió un zapato de la marca de Converse para Santiago. Se los probó y ellos eran perfectos.

Julia: Hay un espejo allí.

Santiago se levantó y empezó a caminar como un pingüino otra vez. Pero, su ritmo captó la atención de Julia. Luego, su corazón empezó a latir. Mientras tanto, Santiago estaba mirando en el espejo, y luego pudo ver una cosa más interesante, un Converse blanco con cordones verdes. También pudo ver cómo los zapatos estaban andando en su dirección. Estos pies capturaban sus ojos y se quedó maravillado de cómo ellos estaban doblados hacia adentro. Poco a poco, también su corazón comenzó a latir: pum, pum, pum. Sin prisa, volvió su cabeza para encontrar solamente a Julia delante de él. Los dos se perdieron en los ojos del otro y sonrieron.

Santiago: ¿Cómo sabes mi color favorito?

Julia: ¿Buena suerte? Pero, algunas cosas están destinadas a ser.

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