Mujer
ante el espejo pertenece
a una pintura abstracta de Pablo Picasso.
Él utiliza formas y colores diferentes que las obras normales. Está pintada en aceite en lienzo. El fondo se halla construido de
diamantes fluorescentes. En el
rincón superior a la derecha, los diamantes son rojos y tienen líneas negras para
crear la apariencia del azulejo, y cada diamante tiene un círculo verde en el
centro. A la izquierda, el color
amarillo y las líneas rojas destacan los diamantes. En el centro hay un círculo rojo con otro punto negro. La derecha entera, las diamantes son
amarillos con líneas y círculos verdes.
La
figura más clara e iluminada de la pintura resulta una mujer. Ella parece muy agradable a los ojos:
tiene el pelo rubio y luminoso. Su
piel se encuentra muy blanca a la izquierda, y a la derecha es amarilla
brillante con una mejilla roja como el fondo de la pantalla. Su cara parece muy seria y pensativa. Su cuerpo está desfigurado y tiene la
figura de una pera. Su Camisa es
verde blanda con los reyes negros, y el frente resulta totalmente blanca. Ella se halla mirando un espejo con su
reflejo, pero parece más duro y más áspero que su cuerpo real.
En lugar de su pelo y cara muy delicada, hay
pelo verde y oscuro con un rostro opaco morado y rojo. Está portando el mismo dibujo de
camisa, pero ella parece más gorda y sus senos no parecen parte de su cuerpo:
resultan círculos en el aire. El
fondo de pantalla del espejo se encuentra rojo a la izquierda y azul a la
derecha del cuerpo reflejado. El
contraste de los colores y cuerpo desfigurado representan que las mujeres pueden
ver defectos en su cuerpo y su cara que no pertenecen visibles a otras
personas.
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