Mi Mesa Española

España se ha convertido en mi segundo hogar.  Yo amo a mi familia, mis amigos, y mi nueva vida aquí.  La vida Española es tranquila, y rico en las cosas que alimentan el alma.  Pero por esta razón, España me hace gordo.  Soy un amante de la comida, pero en España, no puedo disfrutarla porque siempre me siento llenísima.  Yo sé que eso es un problema pequeño, pero cuando tienes un cajón lleno de manzanas no consumidos en su habitación, algo tiene que ser dicho. 
El problema comienza cuando me despierto por la mañana.  Normalmente, sólo tomo un café y como un poco de cereales, pero en España mi madre insiste en que desayuno más antes de escuela.  Hago un taza de café antes de vestirme, y siempre, a mi sorpresa, cuando vuelvo a la cocina, la mesa tiene tostadas hechas, mermelada, mantequilla, magdalenas, galletas y una manzana.  Por supuesto, no como todo, pero cada día ella me pide si he comido bastante.
Seguidamente, comemos por la tarde.  Siempre tenemos tres platos: primero, una sopa o algún tipo de patatas/verduras; segundo, carne; tercero, fruta.  El volumen de comida en el almuerzo es suficiente para alimentarme para todo el día.  Usualmente ahorro un filete de comida para cenar.
Finalmente, seguimos a la cena.  En mi casa, la cena consiste en tres platos: primero, una ensalada o una sopa; segundo, carne o pescado; tercero, postre.  A mí me encanta ensaladas, pero por supuesto, tengo que comer algo caliente en el invierno, entonces cada día como mi peso en sopa.

            No puedo quejarme—la comida en España, y en mi casa específicamente, es increíble.  Sólo quiero decir que a veces, sería agradable si puedo comer una ensalada o un plato de espaguetis para comer.  ¡No entiendo como los españoles son tan flacos cuando las madres españolas son tan generosos!

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