En este cuadro hay cinco niños de siete u ocho años jugando encima de
una colina. Dos chicos vestidos con ropa fina se sientan sobre los hombros de
otros dos chicos vestidos de una manera más humilde. A la izquierda, un par de estos
niños baja de la colina de espaldas al observador. El otro par es el centro del
cuadro. El chico de arriba lleva una gorra negra, una chaqueta roja, un chaleco
verde y unos pantalones amarillos. Tiene una expresión despreocupada y
caprichosa. El dedo índice de la mano derecha está señalando a la derecha
aunque el niño no mira hacia allí. La mano izquierda tiene la palma hacia
arriba con los dedos doblados. El chico de abajo está vestido con pantalones
rasgados y un chaleco desgastado. Tiene un aspecto sobrecargado y está mirando
al suelo con una expresión grave. Gateando hacia arriba de la colina está el
quinto chico. Lleva puestas prendas que no son caras ni baratas. Es de clase
media. La obra parece ser una representación simple de niños jugando, pero
realmente, es una crítica de la clase alta que no piensa en el sufrimiento de
los pobres.
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