La
cultura española es muy diferente a la de Estados Unidos. Por un lado, me gusta
España y me he adaptado fácilmente, pero hay una cosa en particular que no me
gusta nada. La cultura fumadora del país, especialmente entre los jóvenes, es
algo que me disgusta. Es cierto que en los Estados Unidos hay gente que fuma,
pero no hay tantos jóvenes fumadores como aquí. Aquí hay muchas personas jóvenes
que fuman tabaco. Esto se puede apreciar si caminas por las afueras de
cualquier facultad. Siempre hay grupos de estudiantes charlando, y casi siempre
alguno de ellos estará fumando. En las clases de dos horas, los profesores siempre
nos dan un descanso de quince minutos a la mitad de clase. Sin falta, siempre
hay por lo menos un estudiante que sale a fuera a fumar un cigarro. Habrá quien
diga, ¿pero a ti que te importa, si tú no eres la que esta fumando? Respecto a
esto yo contesto que si me importa porque lo último que me gustaría hacer a las nueve y
media de la mañana es tener que atravesar por una nube de humo mientras trato
de entrar a la facultad para ir a clase.
La siguiente cuestión
es lo más preocupante para mí, y es que niños pequeños sean expuestos al humo
de segunda mano. Me parece un acto irresponsable de parte de la familia que se
tenga a los niños fuera respirando el humo de los cigarros, no es bueno para su
salud. Creo que este acto en general ayuda a normalizar el acto de fumar porque
desde pequeños estos niños ven a gente en la calle, y familiares fumando. No es
algo que se esconde de ellos, sino que se hace mientras están presentes.
En fin, aun no
entiendo porque aquí es tan común empezar a consumir tabaco tan joven. Parece
ser algo normal, y parte de la cultura y al ser de los estados unidos esto es aún
un poco raro para mí. En Holy Cross no
se ve a tantos estudiantes fumando tan libremente afuera de los edificios académicos.
Tal vez al llegar Junio, esto ya no será
tan raro, pero por ahora, aún lo es.
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