11.6 La cultura española

            Honestamente me gusta mucho aprender y asistir mis clases en Estados Unidos. En mi universidad de Holy Cross, siempre estoy preparado antes de cada clase y llego a la clase temprano para hablar con mis profesores. La relación entre los estudiantes y los profesores en Holy Cross es muy distinta y a los profesores les gusta mucho hablar con y enseñar a sus estudiantes. Para empezar, existe un concepto opcional allí que se llama “las horas de oficina” cuando los estudiantes pueden ir a la oficina de su profesor para obtener ayuda y charlar sobre los temas de clase o sólo de hablar de sus problemas o algo que se necesita. Seguidamente, dentro del aula la relación entre el profesor y el estudiante es muy interactiva y, a veces, un poco informal. No existen muchas clases cuando el profesor, para toda la clase, está hablando y los estudiantes se quedan en silencio; todo el tiempo tenemos una conversación. Por un lado, este concepto de conversación constante es buena porque es más divertido y encantador que sentarse y tomar las notas. Por otro lado, el profesor tiene el poder hablar de temas desconectados de clase, pero en general es una manera interesante de aprender.

            Cuando llegué a España, yo supone que mis clases aquí sería similares a mis clases en Holy Cross. Me equivoqué. Primeramente, y este hecho me da un poco de vergüenza, no sé los apellidos de mis profesores específicamente porque no hablo con ellos mucho. Cuando mis compañeros y yo estamos en clase, nos quedamos en silencio durante toda la clase, tratando de tomar las notas y escuchando de las palabras de nuestros profesores todo el tiempo sin conversación. A continuación, algo que he observado es cuando los estudiantes llegan a la clase no le dicen al profesor “Hola, cómo estás?” o cuando ellos salen no le dicen “Gracias! Ten un buen día” como hacemos en Estados Unidos. Creo que hay una dinámica de poder distinta aquí que estoy tratando de romper. Por ejemplo, después de ir a mi primer día de clases de la economía, fui a la oficina de mi profesor para charlar sobre nuestra clase. Él me dijo que, normalmente, sus estudiantes no vienen a su oficina lo que me incitó a decirle que voy a estar visitándole frecuentemente. En conclusión, estoy seguro de que prefiero la forma de aprender en Holy Cross más que la forma aquí; el primero me ayuda a prestar atención durante la clase. Con respecto a Noelia y María José, aprecio que hay diálogo a lo largo de toda la clase y no estamos en silencio por unas horas.

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