En su obra de arte, el artista crea una escena nocturna y oscura que también está llena de colores. Desde una ventana, él captura una vista de un paisaje abierto que tiene montañas grandes, un pueblo tranquilo y árboles que son como una torre. Los árboles están enraizados de la tierra hacia el cielo en el primer plano del cuadro con aspectos de verde, pero el foco de la pintura es lo que está al fondo. El cielo, llena de estrellas brillantes y diferentes tonos de azul, ocupa la mayor parte de la pintura. El artista presenta un contraste entre la oscuridad y la luminosidad, mostrando cómo la luna amarilla y creciente ilumina una parte del cielo, pero no todo. Hay un pueblo que está situado en la parte inferior del cuadro y se puede ver algunas casas y una iglesia alta con un campanario agudo. Las líneas de las casas están muy definidas y la iglesia está en el centro de todo. La manera en que pintó la pintura es muy interesante porque el artista agrega profundidad a la pintura por cambiando sus pinceladas y contrastando diferentes colores. Todos estos aspectos de la pintura muestran que la obra es expresiva y dinámica.
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